Habrías cumplido 81 diciembres el pasado día 4 de no haberte sumergido en el ruedo de la muerte. Ya no sé si como un toro miura o como el estoque, un día cualquiera de febrero del primer año de milenio actual… 

O quizá no tan cualquiera: la tarde de ese 18 del 2000

Tampoco entiendo: ¡¿qué de raro tuvo que Un Hombre que se jugó sus restos a la alborada de los estertores de su esófago previo un sexto piso de dudas y de adicciones pudiera por fin morir buscando Su Paz?!

¡Debiste haber transmutado con la entera convicción de que esta Hija Tuya, –tu Niña Bonita–, llevaba en la mirada de a por siempre o por el resto de sus pasos, y en el tumbao de su andar y en el jadeo de su ascenso y su descenso, toda la VIDA!

Entre las sombras y las luces con las que Una Mujer Consciente es capaz de sentarse a entretejer una que otra sensación en este día del padre en Sasaima, mi estadio contemplativo de profundas reflexiones me ha traído hasta los vientos y las flores de un nuevo jardín inédito para constatar una vez más que no alcanzarán los días de todos los tiempos para agradeceros cada ejemplo, cada lección, cada silencio, cada acierto y desacierto y cada ausencia con sus presencias intercaladas, ¡¡¡PAPÁ MÍO!!! Al igual que cada subterfugio, cada paso trémulo infantil o adolescente, ¡cada angustia adulta con todos sus exabruptos!

Porque hoy 18 de junio escribe ante TI y no para de celebrarte, ¡una Mujer Consumada! A un año, dos meses y catorce días de coronar la edad en que partiste … Cada sentido de realidad y de locura en esta continuidad anuncia la llegada de nuevos amaneceres cundados de paternidad! Gracias, gracias, gracias . . .

18 de Junio 2023

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