Para mi sobrino mayo: Martín Moreno Arboleda.
No recuerdo quién sugirió o solicitó que yo te amadrinara cuando trabajaba fuera del país y tuvimos que ajustar mi tiempo libre de acción de gracias en Nueva York para venirte a alzar en mis brazos sobre una pila bautismal donde, a manera de ritual católico en una capilla donde reside nuestra ancestralidad paterna (no se si de común acuerdo) te limpiaban (no sé quién) de un cierto pecado original con agua bendita. Un caballo amadrinado, decía Tu Abuelo, Luis Moreno Garzón “Don Tito” es uno que tiende a hacer siempre un mismo recorrido y cuando se le alteran las coordenadas parece perderse en la oscuridad de la noche, se desvía y encuentra con muchísima dificultad, su camino de regreso a su establo, pesebrera o a su potrero.
Recuerdo haberte escrito para un cumpleaños anterior, un acróstico hyper potente repleto de mi amor por TI que no siempre es fácil montar por eso de tener que coordinar contenidos con cada letra de tu nombre y número de tu fecha de nacimiento, cuyo impreso perdiste (no supe si lo leíste) y yo no termino de encontrar o recuperarlo entre todos mis discos duros de no se cuántos computadores ya muertos. Apenas este año acabo de correlacionar que naciste en Bogotá pocos días antes de la celebración global del día del padre.
Cumples en este 2024, 19 y regresas de Manchester, UK, aún no se si antes o después de llegar al albor de tu tercera década de vida.
Ya te admitieron en mi Universidad para su programa de Ingeniería Industrial. Debo confesar que tras tu aterrizada en el planeta y tus fotos infantiles y adolescentes dentro del contexto de la más bella conversación que hemos entretejido como Tía&Sobrino, esta ha sido la mejor noticia recibida recientemente sobre tu evolución como Muchachito Loco un poco mío, un poco no, no sólo educativa sino sensorial y emocional, ya veremos el andar material, racional. Este momento de vida respectivo me ha llevado de regreso a una primera emancipación final antes y justo después de mi mayoría de edad. Una o varias de las cosas que más les agradezco a tus Abuel@s paternos es que se jugaron sus restos por educarme. Confiaron en mí desde mis siete años depositándome en un avión rumbo a Atlanta, y yo debía cambiar de avión en Miami con una etiqueta de niña en el pecho. Desde que nací, imagino, no sólo me dejaron SER sino que tuvieron la visión para exponenciar cada uno de mis embelecos, mis antojos, mis ideas niñas para cambiar el mundo…
Y como todo en la vida resuena requeté bonitico entre almas viajeras y llamas dobles, me acabas de llamar desde Manchester.
HABLAMOS DE SORPRESAS INSOSPECHADAS.
¡HAPPY BIRTHDAY&WELCOME BACK, MY GODSON!
AHIJADO PRECIOSO