Inhalo con todas mis fuerzas en el centro de la vida, y un sostenido enraizado se abre como la flor de un solo loto para exhalar poesía.

SOY JUAICA, soy Mujer, soy Montaña, soy música de pueblito viejo con su luna consentida, ensanchada con luz solar reflejada y de lluvia y muy bien aperada para bailarle al Majuy. 

¿Quién ha dicho que una Hembra de arcilla no es valle o que un Monte macho no es suspiro, no sabe de torbellinos ni tampoco de guabinas. No se han detenido a observar al Niño Colibrí libando apasionado a su Flor? 

¿Cómo no advertir en el paso impetuoso de los años y en cada una de sus generaciones, cada cadencia etérea de sus arreboles? 

Si se insiste en que “Un Extraterrestre” no ha seducido Alienígenas habremos muerto sin nacer. 

Estos cercanos 421 años recientes no florecieron en vano: 4 puntos cardinales; 1 universo encantado y al menos 8 especies nativas que cantan Eternidad.

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